FacuDudu se sube a la pista: debut con 9z en la Copa Abarth Argentina

De los simuladores a los motores reales. Facu Dudulec, mejor conocido como FacuDudu, cumplió uno de los sueños más grandes de cualquier piloto del mundo digital: correr en una pista profesional. Y no lo hizo solo. Lo hizo con el escudo de 9z en el pecho.

Este fin de semana fue especial. En el Autódromo de Río Cuarto, provincia de Córdoba, FacuDudu debutó oficialmente en la Copa Abarth Argentina, una categoría formativa que funciona como escalón real hacia el automovilismo profesional. En pocas palabras: acá empiezan los que quieren llegar lejos de verdad.

Y si hablamos de sueños que se cumplen, no hay historia más simbólica que la de Facu. Criado entre consolas y simuladores, compitiendo desde joven en torneos como el Logitech G Challenge y representando a Argentina en los FIA GT World Tour, FacuDudu se ganó el respeto del mundo del simracing a puro reflejo y pasión. Pero esta vez, fue diferente. Esta vez el motor rugía de verdad.

¿Qué es la Copa Abarth?

Para quienes no están familiarizados, la Copa Abarth es una categoría argentina que pone a correr a todos en igualdad de condiciones: los mismos autos (un Abarth 595 modificado para pista), misma potencia, misma base. Acá gana el que tenga manos, cabeza y coraje. Y sí, también corazón.

Es una de esas competencias donde se forman los futuros cracks del automovilismo, y donde debutar no es cualquier cosa. Que Facu esté ahí, representando a 9z, es una muestra de que el camino del simracing también puede terminar en el podio de verdad. No hay más margen para la duda.

Un paso enorme para él… y para todos

Lo que pasó este fin de semana no es solo un hito en la carrera de Facu. Es un mensaje claro para toda una comunidad: sí se puede. Se puede soñar desde un simulador y terminar poniéndose un casco de verdad. Se puede pasar del LED al sol de frente. Y se puede seguir siendo parte de una familia como 9z, que apuesta, acompaña y cree.

Facu no debutó solo. Debutó con el aliento de miles. Con los que lo siguen desde Twitch. Con los que alguna vez perdieron contra él en una sala online. Con los que creen que la pasión no entiende de cables o gasolina, sino de personas que lo dejan todo por correr.

Y esto recién empieza.